Tierra de injusticias

El mundo se encuentra infectado por el virus denominado Capitalismo, el sistema económico y político más brutal e inhumano que ha conocido el mundo a lo largo de la Historia, generando millones de problemas; tanto en el "Tercer Mundo" (hambre, miseria, expolio de los recursos naturales por parte de la multinacionales, deudas externas …) como en el "primero" ("accidentes" laborales, explotación hacia la inmigración y discriminación hacia las mujeres en sus puestos de trabajo …).

Hoy en día la mayor parte de la sociedad mira con buenos ojos a este sistema, ya que viven en una falsa sensación de bienestar en la que no les falta nada ( material, por supuesto). Pero:¿Qué hay de la dignidad de lo millones de trabajadores que trabajan por un sueldo miserable, durante más horas de las permitidas? ¿o de la millones de mujeres a las que se las despide por el hecho de quedarse embarazadas? ¿de las mujeres que cobran menos que sus compañeros a pesar de que ejercen el mismo trabajo? ¿ de las millones de personas que jamás podrán vivir en una casa propia debido a la especulación? ¿de los cientos y en ocasiones miles de obreros que mueren en su puesto de trabajo al año?¿de los contratos basura que se les hace a los jóvenes? ...

Un sistema que genera movimientos migratorios de aquellos que buscan un paraíso que no existe, muriendo muchas veces en el camino hacia su falsa panacea. El poder acusa en muchos casos de los problemas generados por aquellos que mandan (patrones, banqueros, políticos …) a la inmigración, culpándoles de la delincuencia, del paro … El sistema esta infectado de prejuicios marcados por el color de la piel, diferencias insignificantes usados por el poder para generar odio y discriminación entre iguales, pues al fin y al cabo todos somos la misma clase, la obrera.
Resulta repugnante el hecho de pensar que se mire con cierto desprecio a aquellos que acogieron a los europeos cuando estos últimos vivían momentos peores, y que se levanten muros de hormigón o espino para evitar que personas que buscan una vida mejor no la puedan alcanzar. Que aquí sólo les espere una vida llena de explotación, de discriminación, de racismo y de xenofobia.

¿Acaso son culpables de ser pobres? A sido nuestro "mundo libre" el que les ha condenado a la miseria mediante las deudas externas, la imposición de regimenes dictatoriales o militares colaboracionistas con Occidente o con los intereses de las grandes empresas. Un inmigrante es un semejante, nuestro enemigo real es el capital. Si algo ha de separarnos son las clases sociales, si algo hemos de odiar es a aquellos que juegan con nuestras vidas, que en su búsqueda del mínimo coste y la máxima ganancia y que permiten la muerte de cientos de obreros cada año, que condenan a sociedades enteras a una vida llena de pobreza, de miseria, de desesperación ...

En este sistema aun perviven clases tan obsoletas como la monarquía, una clase que en nuestra supuesta democracia nadie la puede criticar, que vive a costa de nuestros impuestos, que no para de llenar portadas de la denominada 'prensa rosa' ... intentándonos vender esta institución como un símbolo de la unidad de un pueblo. Resultaría muy curioso que un pueblo se sintiese unido por dar de comer a la misma familia de parásitos. Los pueblos no son más que otra de tantas mentiras (patria, honor, imperio, religión, dios...) ideadas por las clases dirigentes para poder llevar a cabo aquello que mejor saben hacer ... mandar. Los países y la religión han demostrado a lo largo de la Historia no ser más que excusas utilizadas para derramar sangre cuando los verdaderos intereses son otros (obtención de materias primas, de vías de comercio o de zonas estratégicas para el control de este, etc ...) . ¿Cuantas vidas se habrán dado en nombre de falsas patrias? la patria no es más que un invento, nuestra única patria es el planeta Tierra.

Para el poder, los integrantes de la clase obrera no somos más que mercancía, y con esta excusa se atreve a negociar con nuestras vidas. Se sirve de los medios de comunicación para adormecernos, para que nos sea más difícil apreciar lo inhumano que se a vuelto el mundo: la vida carece de valor alguno, la solidaridad y la fraternidad están a punto de ser extinguidas, millones de personas viven y mueren bajo el umbral de la pobreza, millones de obreros son humillados bajo la amenaza del despido ... Hay calles, monumentos y plazas dedicadas a verdugos (militares, políticos, monarcas...) ¿Cuantas están dedicadas a nosotros , los obreros, que con nuestras manos hemos construido las grandes edificaciones que existen en este planeta, que con nuestra sangre derramada hemos muerto por falsas promesas de una vida mejor, que con el sudor de nuestra frente hemos aguantado las humillaciones en el campo y en la ciudad ...? ¿Cuantos monumentos recuerdan el nombre de tantos miles de trabajadores que un día lucharon por sus derechos, los cuales disfrutamos actualmente (un día de descanso a la semana, un salario mínimo, una horas máximas de trabajo ...)? ¿O a aquellos que lucharon contra el fascismo, un instrumento del capitalismo para poder sobrevivir en tiempos contrarios para él?

A nosotros, los anticapitalistas, en muchas ocasiones, se nos acusa de terroristas, de radicales, de violentos ... debido a altercados contra la policía en algunas manifestaciones. ¿Acaso no son terroristas aquellos que permiten la muerte diaria de algún trabajador en su puesto de trabajo? ¿Acaso no es violencia el mandar a la guerra a pobres por los intereses de unos pocos? ¿Acaso no es radical construir muros de hormigón y alambras de espino para evitar que la gente se adentre en un país? ¿Acaso no es terrorismo encerrar a miles de inmigrantes "ilegales" en centros de retención contra su propia voluntad? ¿Acaso no es terrorismo obstaculizar la entrada en el terreno laboral a la mujer? ... Ellos son los verdaderos violentos, ellos son los verdaderos terroristas.

Tal vez defendamos una idea utopista al defender la creencia de que algún día desaparezcan las clases explotadoras, de que algún día las injusticias se extingan , de que algún día la dignidad sea conocida por toda la humanidad ... Tal vez nuestra lucha no tenga futuro, tal vez la sangre derramada por cientos de obreros no de sus frutos, tal vez los ríos de lágrimas por la explotación no lleguen a ningún mar, el de la libertad, pero ¿Acaso no se han librado cientos de guerras en nombre de una misma idea, la libertad? , creemos estar en nuestro derecho por luchar en aquello en lo que creemos y , aunque parezca lejana e ilusoria nuestra idea, nosotros tenemos la firme creencia en que nuestra lucha es justa .

Nosotros los anticapitalistas, los antifascistas, los Anarquistas, los Comunistas, los Anarcocomunistas , los Socialistas ... los obreros!!! debemos continuar con nuestra lucha, tenemos unas cadenas que romper, un mundo que ganar, una libertad que conquistar al capital, al poder. Nosotros los obreros debemos unirnos, despertar de una vez por todas y enterrar a este gran asesino y explotador llamado capitalismo, a las clases opresoras (burgueses, clero, monarquía, patrones ...). Nosotros estamos dispuesto a luchar hasta el fin por nuestras ideas, por la dignidad humana, alejada de toda fantasía supraterrenal o patriótica.

Podrán quitarnos la vida en nuestros puestos de trabajo, en las cárceles, mediante la represión ... pero jamás podrán matar nuestras ansias de luchar contra las injusticias, contra los opresores, contra nuestros asesinos.

Jamás nos rendiremos, jamás desapareceremos y allí donde exista un obrero oprimido, un alma en busca de un hogar, de un trozo de pan ... allí vivirán nuestros ideales.

Una esperanza ilumina nuestros ojos, una esperanza que nos hace luchar y no dar ni un paso atrás ... nuestras manos están dispuestas a trabajar por ella.