miércoles, 5 de marzo de 2008

Falsa Democracia



¿Cómo podemos definir como democrático un sistema que impone antes que convence? ¿Cómo podemos decir que estamos en una democracia cuando existen claras diferencias de derechos según el dinero que se tenga en el bolsillo? ¿Cómo podemos hablar de democracia cuando un día sí y otro también vemos como la decisión popular es ninguneada? Caracterizar el sistema actual de democracia es una falacia infame, y es una falacia pues no cumple con el criterio básico de toda democracia: la libertad. Vivimos en una sociedad en donde predomina la imagen sobre la idea, el marketing sobre el contenido, en donde la voz discordante es acallada con la “ley” creada por el más fuerte, en este caso, el dinero. Así, se pretende afirmar que estamos en una democracia por el solo hecho de que cada 4 años nos llamen a poner una papeleta en una urna, que legitima todos los desafueros de los políticos y las fuerzas económicas que se hallan detrás de estos moviendo los hilos: banco, industria, en resumidas cuentas, el capital. Democracia por aceptar restringir nuestra libertad, dando plena libertad a los políticos para hacer lo que quieran sin tener que presentar cuentas ante nadie.

Hacen sus leyes, según sus propios intereses. Así, aunque hablan de libertad, la misma es inexistente en tanto en cuanto, participar en su farsa electoral es de obligado cumplimiento. Presidentes, vocales, suplentes han recibido una misiva en los últimos días, en donde, en tono amenazante (y amenazan cuando no se preocupan de convencer, sino simplemente recordarte la condena y multa que vas a recibir si no quieres participar), se les comunica que el día 9 deben actuar como notarios de esta democracia, validando con su presencia y firma este sistema de gobierno. Con esta carta, queda muy claro el concepto de democracia que tienen, ya que parte de un principio de carencia de libertad, de libre decisión, de discrepancia.

Ante esta realidad, sólo nos queda alzar nuestra voz y expresar nuestra más rotunda repulsa. No queremos ser comparsa en todo este circo mediático; no queremos ser elementos pasivos ante este pillaje continuado de nuestros derechos. No aceptando ser actores mudos de este engañabobos, negándonos a ser agentes de este su sistema político, nos negamos a legitimar su democracia. Por mucho que nos amenacen, por mucho que nos impongan su ley, por mucho que nos declaren delincuentes, no vamos a colaborar de ninguna de las maneras, ni votando ni participando en sus mesas electorales. Por ello, el día 9 no vamos a concurrir a la mesa electoral en donde se nos ha emplazado, declarándonos en Objeción de Conciencia Electoral.

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