domingo, 23 de noviembre de 2008

Iglesia y opresión


La separación entre iglesia y estado, se va quedando en mero eufemismo. Pero no hace falta indagar mucho para darse cuenta de que el estado y la iglesia siguen teniendo una fuerte unión y un gran trato de favor, independientemente de la elite gobernante de turno. Un pequeño repaso histórico hasta la situación actual puede resultar muy pedagógico. ¿Habéis pensado en las distintas formas de abuso que pueden tener las formas de poder en una sociedad?, que acosa a niños, jóvenes, mujeres, hombres de todas las edades, de distintas razas y procedencia social, pero especialmente a los que viven en condiciones mínimas de subsistencia.

La iglesia a la vista común, siempre fue un ente irradiador de moral, de una conducta intachable, impecable y "pura" so pretexto de ser célibes, ya que el contacto sexual con mujeres es la puerta al "pecado", y ellos en su condición de hombres se dicen ser la puerta a la "salvación", mentira que se baraja en la cabeza de muchas personas, hasta que se llegue a pensar en su veracidad.
Pero esta pseudo realidad se ha desmentido ahora, gracias a personas las cuales han denunciado comportamientos denigrantes y repugnantes por parte de estos jerarcas de la iglesia, pero que por cualquier medio se esta tratando de encubrir y tergiversar con métodos manipuladores muy propios de este tipo de individuos.
La jerarquía católica se ha empeñado por imponer una moralidad reaccionaria, opresiva e inflexible, más que todo a mujeres y jóvenes. Como ejemplos claros esta el hecho de que condenen el divorcio, el control de natalidad, la intimidad sexual, y el control de la mujer de su propio cuerpo y reproducción, ya que dicen que es infalible y santa, y que sus propias dogmas don la voluntad de un dios infinito. Pero ahora están ante los ojos del mundo con los pantalones por los tobillos: fraternidad de hipócritas, violadores manipuladores y desalmados.
Nuestra sociedad no es la excepción, ya que se han denunciado un número limitado de casos similares registrados, pero por detrás queda mucho más que ver, y tratar, ya que son secretos a voces que nadie se anima a condenar.
El Papa Juan Pablo II ordeno condenar a sacerdotes pedofílicos "reincidentes" como si experimentar con pedofília estuviera bien. Sobre lo mismo también se menciono que no se debe dar el mismo trato a los pedofílicos, que a curas que se refugian en brazos de niñas de 15 años, que es una clara manifestación de prepotencia machista y solidaridad fraternal con violadores.
Según los portavoces de la iglesia en cuanto a este tema dicen que: los curas han caído debido a la falta de moralidad de la sociedad desde los 60', ya que nos son producto de la moralidad conservadora cristiana, sino de la inmoralidad de sus críticos y de la sociedad secular moderna.
Esta situación se ha convertido en una venerada mentalidad de abuso sexual e hipocresía organizada por los príncipes de la iglesia, ya que defienden la dominación masculina sobre mujeres y niños y aprovecha su autoridad para imponer su poder sexual a indefensos.
Además como solución a esta situación los curas proponen que haya más obediencia a los repugnantes valores tradicionales…


"...En la batalla por acabar con las divisiones terriblemente injustas que se imponen a la humanidad y al buscar sus causas fundamentales, he llegado a captar que ninguna versión del cristianismo (o de ninguna otra religión) iluminara el camino hacia la abolición del gran sufrimiento y marginación de dichas divisiones implican para las inmersas mayorías. El judaísmo cristiano y sus valores tradicionales representan las cadenas de la tradición y defienden entre otras cosas, la esclavitud. La subordinación y degradación de la mujer, la brutalidad contra los niños, la masacre, el saqueo de naciones rivales y gente de otras religiones..." (Bob Avakian) .

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