domingo, 18 de noviembre de 2007

Fascismo=crimen



El pasado Domingo 11 de noviembre, la organización ultraderechista Democracia Nacional había convocado una manifestación contra la inmigración en el barrio de Usera.

Aquella mañana, un fascista ,de oficio soldado profesional, que acudía a dicha manifestación, se llevó la vida de Carlos, un joven vallecano de 16 años que había decidido acudir al barrio de Usera para rechazar el racismo y para plantar cara a las crecientes agresiones fascistas que se vienen produciendo en nuestra ciudad.

Durante la misma agresión, otro compañero antifascista, Alejandro, fue apuñalado en el pulmón. Esperamos su pronta recuperación, así como la de los compañeros y compañeras heridas durante las cargas policiales posteriormente producidas, en especial Torres, de Alcorcón, que recibió un culatazo de escopeta en la cabeza, siendo a continuación detenido, y que todavía continúa en estado grave.

En primer lugar, es necesario denunciar la falsa imagen que se está construyendo desde ciertos medios de comunicación: la muerte de Carlos no es el producto de una reyerta o de un enfrentamiento entre bandas; la realidad es bien distinta. Carlos fue asesinado por su condición política, fue asesinado por ser antifascista y rechazar el racismo y la xenofobia. Como señalaron ayer diversos portavoces de la Asociación de Vecinos de Usera, es necesario el reconocimiento público del inmenso valor ético y moral de Carlos, que dio su vida por la convivencia y contra el racismo.

Por otro lado, las agresiones y el asesinato del pasado domingo tampoco pueden ser tratadas mediáticamente como un caso aislado; no son un caso aislado, recordamos a Sonia, transexual asesinada en Barcelona el 5 de octubre de 1991, a Lucrecia Pérez, inmigrante dominicana asesinada en Madrid el 13 de noviembre de 1992, a Guillem Agulló i Salvador, apuñalado en Castellón el 11 de abril de 1993, nos acordamos de Ricardo Rodríguez García, asesinado el 21 de mayo de 1995 en Alcorcón, de David González Rubio, apuñalado en Madrid el 20 de enero de 1996, de Omar Amhandi, magrebí asesinado a golpes el 11 de julio en Barcelona, de Augusto Ndombele Domingos, angoleño asesinado en Madrid el 20 de junio del 2002, y tantas otros casos que deben sumarse a la larga lista de víctimas ocasionadas por el fascismo y el racismo a lo largo de la Historia. Sin olvidarnos por supuesto de todas esas victimas que han sufrido agresiones de grupos Neonazis y que no han denunciado su caso.

En segundo lugar, denunciamos el amparo institucional con que cuentan las organizaciones fascistas a la hora de manifestarse en nuestros barrios, pueblos y ciudades. La manifestación del pasado Domingo convocada por Democracia Nacional, había sido previamente legalizada por la Delegación del Gobierno, a pesar de constituir una clara y evidente expresión pública de racismo y xenofobia, tipificadas como delito penal. En dichas manifestaciones se enarbolan banderas con cruces célticas, esvásticas, sigrunas, etc … símbolos que se suponen que son ilegales ya que constituyen una apología del Holocausto judío.


La manifestación contra la inmigración del pasado domingo en Usera constituía un claro llamamiento a la violencia racista; el asesino de Carlos acudió a la cita de Democracia Nacional armado con un machete.


¿Cómo pudo la Delegación del Gobierno permitir una manifestación contra la inmigración en un barrio obrero como el de Usera, donde conviven diferentes culturas y donde conviven trabajadores de diferentes procedencias?


Por este motivo, y en tercer lugar, queremos denunciar la terrible irresponsabilidad cometida por parte de la Delegación del Gobierno al legalizar y permitir la manifestación racista y xenófoba del pasado domingo.


Pero no sólo eso, esta misma Delegación del Gobierno ha autorizado durante estos días varias manifestaciones de la extrema derecha en torno a la fecha del 20N.


¿Cuál es la política de la Delegación del Gobierno, premiar a los fascistas y castigar a las víctimas?


Muchas personas, influidas por los medios de comunicación acusan ahora a los antifascistas de desear una venganza y nos acusan de violentos, o de querer usar dicha violencia como respuesta a la otra violencia, se amparan en sus supuestos postulados democráticos, etc … Se atreven incluso a llamar descerebrados a los antifascistas y a los fascistas. Hay muchos modos de violencia, y la democracia la práctica mediante la represión policial, las guerras en nombre de la paz, la persecución a aquellas personas que llegan aquí buscando una vida mejor, la opresión del obrero y la defensa del burgués … Hay muchos modos de matar y el peor de todos es el del silencio, el silencio de aquellos que se autodenominan demócratas antes las injusticias que lleva a cabo ese sistema que tanto defienden.

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